El proceso comienza con una primera fase de trituración del pimiento seco con un molino de martillos. El pimiento ya triturado y limpio, se dirige entonces a la línea de molinos tradicionales de piedra. Estos molinos funcionan friccionando 2 piedras de granito hasta conseguir el grado justo de molienda. Es el momento cumbre del proceso y donde afloran las características que confieren a nuestro pimentón una calidad superior y su preciada capacidad de coloración y poder saborizante. La molturación a la piedra le da el último toque diferenciador, le otorga sus características aromáticas y lo convierte en ese único fino polvo rojo brillante y sabroso.